El mítico mercado de Surquillo y los huariques de antaño hoy comparten calles y casonas con una oferta innovadora que ha potenciado a este distrito como el nuevo “point” para “foodies” y entusiastas culinarios. Pero eso no es todo. El sector gastronómico en esta zona está sembrando más frutos de los que fácilmente podemos apreciar: una expansión representativa de cocinas ocultas [ también llamadas “dark Kitchens”] viene tomando fuerte presencia en el lugar desde la pandemia. “Aunque alguno no lo tengan posicionado, Surquillo resulta ser un distrito bastante céntrico. Llegas a cualquier otro lugar rápido. Estás a 15 minutos o menos de Miraflores, Barranco, San isidro y Surco, por ejemplo”, señala Alessandra Sala, fundadora de D´Sala Caffé, cuyo local en Surquillo es además el único que cuenta con tostaduría y planta panadera. Desde este punto, la empresaria abastece a sus demás espacios con productos frescos, que van desde bollería hasta panes y postres. Pero Surquillo no es solo imponente por su estratégico posicionamiento, sino también por lo abierto de su púbico a la hora de comer. De hecho, Sala ha elegido esta sede para darle un giro a su carta, empezando a incluir en los próximos meses platos fuertes para su clientela. Esto es algo que confirma también el chef Renzo Miñan, mente maestra detrás de la novedosa taberna criolla Cumpa y el nuevo Cumpita, esquina que va conocen surquillanos de siempre y vecinos hambrientos por más. “Aquí, si tienes sazón, tu huarique puede crecer exponencialmente, porque nos visita mucha gente de buen diente, mucho sibarita con ganas de probar cosas diferentes”, precisa. La nostalgia que alberga las calles de este distrito han cautivado también al chef, razón por la que define el hecho de que Surquillo no tiene nada que envidiar a las manzanas aledañas. “A mi me encanta Surquillo. Particularmente, me hace retroceder a mi infancia en Chiclayo, sus calles angostas, los vecinos conversando en la esquina mientras comparten algo”, recuerda Miñán. Ante de las nuevas generaciones de empresarios gastronómicos como Sala o Miñán, hubo un pionero en “bautizar” dicho distrito: fue el chef Héctor Solís, con su celebrada La Picantería, que continúa siendo uno de lo referentes de la zona. A él le siguieron negocios con diferentes desenlaces. Algunos funcionaron un tiempo, otros cerraron definitivamente y unos cuantos dieron el salto a otras zonas de Lima, es el caso de Contraste (hoy ubicado en Miraflores). Surquillo es más que un destino: es un universo en constante transformación.
TRAMPOLÍN A LA FAMA
El factor culinario importa, sin duda, pero también el económico. Tanto para chefs consolidados, como para emprendedores y nuevos talentos. Aquí, el metro cuadrado no cuesta tanto como en Miraflores o Barranco [según últimos reportes de “Gestión” se posiciona entre US$1300 y US$2200], lo cual lo convierte en el terreno preciso para iniciar un negocio en espacios reducidos. “ Es una ubicación privilegiada donde hay espacio para pequeños emprendedores que quieren empezar en el rubro sin billeteras tan gruesas”, sostiene Renzo Miñán. Otro punto a favor para Surquillo es ser el ombligo de distritos con “ticket alto” en consumo de delivery: Miraflores, Barranco, San Isidro, San Borja y Surco. Esto ha hecho que la zona ya se cuente con alrededor de seis “Hubs” gastronómicos con cocinas ocultas, según data reciente de la empresa inmobiliaria Binswanger Perú. ¿Para qué sirven exactamente las cocinas ocultas hoy en día? Se trata de espacios de alquiler a negocios gastronómicos, cuyo objetivo es la atención es la atención de pedidos 100% vía delivery. “Los restaurantes digitales, a diferencia de los tradicionales, no requieren una inversión millonaria ni altos costos fijos que cubrir, lo que permite implementar una marca y escalarla en poco tiempo con menor inversión”, detalla Alfonso García Miró, gerente general de la multimarca de restaurantes virtuales Festival. Para el empresario, otro de los puntos positivos de apostar por una “dark Kitchen” es conocer mejor al consumidor, pues vía digital se recopilan más datos, se interactúa más rápido y se satisface las necesidades a igual velocidad.
RÁPIDOS Y SABROSOS
La velocidad es punto trascendental en una marca que se desarrolla vía “dark Kitchen”. Surquillo, en esta línea, permite a la cadena de entrega llegar a los destinos con la comida caliente y deliciosa. “Así tengas una sazón exquisita, si tu comida no llega a tiempo, ni caliente, el cliente ni comprará más”, precisa Kan Sen León, gerente del “hub” gastronómico República Cocinera, que actualmente representa el 15% de la oferta de cocinas ocultas en Lima, según Binswanger Perú. “Para un trabajo óptimo en las entregas, los motorizados trabajan con un radio de cobertura de 5 a 6 Km a la redonda. En este sentido, Surquillo es punto privilegiado”, que se alza vistoso en plena avenida Paseo de la República, no solo se ofrecen espacios para marcas y emprendedores cocinen en sus productos, sino también una logística interna que permite entregarlos de manera ordenada a los motorizados, con pantallas, montacargas y accesos diferentes para entrada y salida fluida. “Nuestros espacios están listos para operar al día siguiente de mudarse. Además, contamos con instalaciones independientes de energía eléctrica, agua y gas natural para cada cocina, algo importante en cuestiones de seguridad y salubridad”, concluye León.
Queda claro que sazón surquillana hay, y para rato. Negocios tradicionales, nuevos talentos y cocinas ocultas están convirtiendo a este distrito en el nuevo centro gastronómico de la capital.
Fuente: Revista Somos