El mundo inmobiliario corporativo se mueve rápido. Las necesidades de las empresas cambian y es necesario adaptarse. La metodología Agile, famosa en el desarrollo software, se presenta como una alternativa interesante, ya cada vez tiene más espacio en los proyectos de oficinas y espacios comerciales.

¿Qué es Agile?

Agile (por «ágil» en inglés) es una forma de trabajar por etapas cortas, en equipo y con mucha comunicación. En vez de mantener un plan gigante e inflexible, se avanza paso a paso, reajustando el rumbo sobre la marcha.

Sus principios se centran en la entrega incremental, la colaboración continua con los clientes y la adaptación constante basada en la retroalimentación.

¿Cómo puede aplicarse Agile en el sector inmobiliario?

Pensemos en el ejemplo de la gerencia de proyectos para un edificio de oficinas. Un proceso que puede tomar algunos meses, en los que enfrentamos cambios en el entorno, en objetivos, en tendencias, entre otros. En vez de planificar y diseñar todo de una vez y esperar años para ver el resultado o iniciar la comercialización de espacios, con Agile se podría:

  • Dividir el proyecto en etapas: Por ejemplo, enfocarse primero en el diseño del lobby y áreas comunes, luego las oficinas modulares y después los espacios personalizados.
  • Involucrar a la empresa: Los arquitectos y constructores trabajan junto a la empresa para definir sus necesidades y ajustarlas a medida que avanza el proyecto.
  • Adaptarse a los cambios: Si una empresa necesita más espacio para un equipo o cambia la distribución de los espacios de trabajo, se puede modificar el diseño sin demoras.

Trabajar proyectos inmobiliarios corporativos bajo el esquema Agile traería consigo diversos beneficios, tales como una mayor flexibilidad, para adaptarse rápidamente a cambios en las necesidades del cliente o en el entorno del proyecto, y mejoras de la calidad, puesto que la iteración y la retroalimentación constante ayudan a identificar y corregir problemas tempranamente, impactando en la calidad del producto final. La participación del cliente en la entrega incremental del proyecto y el ser testigo de que sus expectativas se cumplen de manera regular, incrementan sus posibilidades de satisfacción.

La aplicación de la metodología Agile en proyectos inmobiliarios corporativos facilita una gestión más eficiente, adaptable y centrada en el cliente, dando como resultado proyectos eficientes y precisos.

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