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25-Jun-2018
Un bono de buena cosecha: Programa Mi Vivienda Verde fortalece su portafolio
Un bono de buena cosecha: Programa Mi Vivienda Verde fortalece su portafolio
Para obtener la certificación, las viviendas deben incorporar criterios de sostenibilidad en su diseño y construcción con miras a disminuir su impacto sobre el medio ambiente.

En febrero último, los 1.025 departamentos del conjunto residencial Ciudad Horcones de AN Inmobiliaria en Jayanca (Chiclayo) fueron certificados como ‘viviendas verdes’ al contar con sistemas de iluminación, griferías y sanitarios de bajo consumo, lo que permite que sus residentes logren ahorros de alrededor de 30% en sus recibos mensuales de agua y luz.

Al igual que Ciudad Horcones, otros 33 proyectos han calificado dentro del programa Mivivienda Verde que, a escasos cuatro meses de su lanzamiento, ya es calificado como “muy exitoso” por Javier Salazar, gerente general de Besco, empresa que promueve dos proyectos de viviendas ecoamigables.

Y los números no hacen más que darle la razón al empresario. Mientras hasta mayo, según cifras del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), existían 6.700 departamentos (17 proyectos) certifi cados en el programa Mivivienda Verde, faltando unos días para cerrar el mes de junio la cifra ha dado un importante salto: 8.053 unidades entre 34 proyectos.

Pero no serían las últimas ni las únicas.Según Jorge Arévalo, viceministro de Vivienda y Urbanismo, esta semana certifi carán cuatro proyectos más (dos en Arequipa y dos en Lima), elevando el número de ‘viviendas verdes’ a 9.309 (38 proyectos). Sin contar que 20 proyectos (ocho al interior del país) están siendo evaluados, con lo que 4.939 unidades pasarían a engrosar el portafolio en agosto.

De esta manera, las 14.248 viviendas certificadas superarían la meta inicial planteada por el titular del MVCS Javier Piqué, quien en febrero aspiraba a llegar a 10.000 hacia finales de julio.

TAREAS PENDIENTES

Pero, más allá de lo positivo que resulta el incremento del número de viviendas certificadas como ‘verdes’ por su contribución con el medio ambiente, George Limache, jefe de investigación de Binswanger Perú y Gino Layseca, gerente general de Layseca Asociados, coinciden en la necesidad de atender uno de los principales problemas del défi cit habitacional en el Perú: la escasez de suelo.

Mientras Layseca exige que el Gobierno se enfoque en la solución de esta problemática y alza su voz por la inefi ciente infraestructura que impera en nuestro país, Limache hace hincapié en la necesidad de mejorar sustancialmente el proceso de habilitación y saneamiento de terrenos, sin dejar de lado la dotación de servicios.

“Los terrenos habilitados con acceso a servicios en el país son escasos y caros, y ese encarecimiento se traslada al valor final de las viviendas. Si tuviésemos una oferta importante de terrenos habilitados con acceso a servicios, los precios de los terrenos disminuirían y serían más atractivos para desarrollar vivienda social”, asegura Limache.

En clara atención a esa demanda, el último viernes el programa Mivivienda comenzó la subasta de cuatro terrenos (Lima, Moquegua y La Libertad) que servirán para promover tres proyectos de Techo Propio y dos de Mivivienda, estos últimos bajo la figura del ‘bono verde’.

PANORAMA

Considerando, como señala Rafael Miranda, gerente de Viviendas de Interés Social de Viva GyM, que el programa expira en diciembre, la primera demanda por parte de una de las inmobiliarias con mayor número de proyectos ecoamigables (cuatro en Comas y uno en el Callao) apunta a la ampliación de su vigencia.

“Consideramos que una mejora importante y que puede ampliar el alcance del programa es el tiempo de duración del mismo, creemos que ampliándolo se consolidará y los promotores sentirán más confianza y lo adoptarán en más proyectos”, sostiene.

Al respecto, el viceministro Arévalo adelantó a Día1 que la posibilidad de que Mivivienda Verde continúe su desarrollo de la mano de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) es casi un hecho, pero también es posible que otras dos agencias de cooperación internacional se sumen a la iniciativa. En AFD, por su parte, no dudan en manifestar su satisfacción con el programa.

“Con el Fondo Mivivienda, hicimos la demostración de que la eficacia energética de los edifi cios residenciales no estaba reservada únicamente a los edificios de alta categoría”, le dijo el CEO de la agencia, Rémy Rioux, a El Comercio a finales de mayo.

Lo que despierta opiniones encontradas son las posibles vías de expansión del programa. “El ‘bono verde’ debería incrementarse de manera proporcional al precio de la vivienda, sobre todo para las de menos de S/150.000”, dice Layseca.

Sin embargo, Martín Villanueva, de Tinsa Perú, recomienda no caer en un exceso de subvención para mantener el sostenimiento del programa y asegurar su viabilidad técnica. Por ello, podría ser prematuro hablar de un reajuste en el valor del bono. “Lo importante es continuar consolidando el programa sumando más emisiones, más proyectos y más empresas inmobiliarias a la cartera”, anota.

Por lo pronto, el incremento de las colocaciones crediticias con bono verde se convierte en una clara muestra de que el programa avanza por buen camino, sin contar que Besco y Viva GyM, además de otras inmobiliarias, ya se preparan para sumar más oferta ecoamigable a sus portafolios, con lo que este bono continuaría cosechando mejores resultados.

Fuente: Día 1 

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