Un número cada vez mayor de pymes y profesionales independientes buscan oficinas pequeñas, lo que ha llevado a las inmobiliarias a construir más edificios de oficinas boutique en Miraflores, Surco y Barranco. El auge de este segmento, con baja vacancia y alta demanda, ahora atrae a los inversionistas.

La creciente demanda de oficinas pequeñas para pymes o servicios independientes de salud y bienestar, arquitectura o legales, está incentivando el apetito de las inmobiliarias por construir edificios de oficinas boutique en distritos como Miraflores, Surco o Barranco.

Atrás quedaron las casas y departamentos reacondicionados; ahora las pequeñas empresas y los profesionales independientes buscan espacios de 20 m² a 100 m² bien implementados, con acabados modernos, áreas comunes y estacionamientos. Esta tendencia ha impulsado una reducción drástica de la vacancia de oficinas boutique, que ha pasado de una tasa de 28% en 2022 a un mínimo histórico de 10% en 2024, de acuerdo con el más reciente reporte de oficinas clase B de Binswanger.

El segmento en cuestión todavía tiene un gran potencial de crecimiento. «Calculamos que en Lima todavía faltan 4 millones de m² de oficinas pequeñas», estima el presidente ejecutivo de Marcan Inmobiliaria, Humberto Martínez. Actualmente, el 50% de la facturación de Marcan proviene de este negocio, con siete edificios de oficinas boutique y dos nuevos proyectos en camino, ubicados en Miraflores y San Isidro.

El auge de esta clase de oficinas está siendo aprovechado también por otras inmobiliarias. El Grupo T&C está en pleno desarrollo de su segundo edificio de oficinas pequeñas en Surco, del cual ya vendió el 60%, según su gerenta comercial, Cinthya Guerra. Asimismo, el Grupo Octagon desarrolló un modelo híbrico en Barranco, con oficinas boutique para venta y alquiler y una zona comercial en el semisótano operada por el gimnasio b2. «Estamos buscando terrenos en Lince para replicar el modelo», adelante el asset manager del grupo, Miguel Olano.

Las oficinas pequeñas también atraen al público inversionista que compra para arrendar. «Hay más personas que pueden pagar el alquiler de una oficinas de 50 m² que una de 500 m²» , explica el research manager de Binswanger Perú, Max Medina. Hoy, este producto compite con el mercado de segunda vivienda. «Una oficina boutique es tres o cuatro veces más rentable que un departamento de Airbnb», agrega Martínez.

Fuente: Semana Económica