Los condominios de almacenes ‘clase B’ —caracterizados por una altura máxima de hasta ocho metros por encima del hombro— están reduciendo sus tarifas para ser competitivos frente a los almacenes ‘clase A’ —de alturas superiores—. Su objetivo es sobreponerse a la desocupación de más de 40,000 m2 registrada durante el 2023, a causa de la mudanza de grandes clientes a otros establecimientos, como almacenes propios y condominios ‘clase A’.

“Existe un mayor margen de negociación [con los almacenes ‘clase B’] por el incremento de la vacancia”, explica Luis Sánchez, gerente de investigación y consultoría de JLL. Actualmente, los almacenes ‘clase B’ tienen una tarifa de US$5.50, alrededor de US$2 por debajo de los almacenes ‘clase A’. 

Hasta ahora, las negociaciones de los desarrolladores de almacenes ‘clase B’ con potenciales clientes permitieron reducir hasta 30% sobre el precio de lista, cuando el margen habitual varía entre 5% y 10%. “Ahora siguen en US$5.50 para el público. Pero, cuando hay intención de entrar, pueden negociar por debajo o cerca de US$3. Están bajando más de 20% o 30% su tarifa inicial”, cuenta Juan Ruiz, jefe de investigación de Binswanger.

Hoy, el mayor obstáculo que enfrentan los almacenes ‘clase B’ para recuperar y atraer clientes es la sostenida preferencia de las empresas grandes por los almacenes ‘clase A’. Aunque existen clientes interesados por la reducción de precios, los que apuestan por almacenes ‘clase A’ priorizan dos elementos, además de la calidad del establecimiento y el precio de alquiler. El primero es el costo asociado a la distancia entre Lima y el almacén. El segundo es el movimiento de carga dentro y fuera del complejo. “Si bien el almacén es más barato, cuando [el cliente] vea que otros costos van a subir, va a preferir quedarse en el de ‘clase A’”, explica Guillermo Arce, gerente comercial de Megacentro.

En respuesta a la estrategia de los ‘clase B’, los ‘clase A’ también amplían su margen de negociación. Por ejemplo, Binswanger ya identifica una variación incipiente de US$0.25 en la tarifa promedio, que hoy asciende a US$7.

Los desarrolladores de almacenes ‘clase A’ consultados por esta revista, sin embargo, descartan un ajuste agresivo de tarifas para competir. “No vamos a entrar en guerra de precios, definitivamente. Tengo clientes que vienen y dicen: “allá me están dando US$3 o US$3.50”. Les digo: “anda allá”. No puedo llegar a US$3 o US$3.50 por mi estándar”, afirma Juan Antonio Angulo, gerente general de Aldea Logística. Para Ricardo Coda, gerente de Negocios de Monte Azul Almacenes, en los próximos meses la flexibilización de tarifas continuará.

Fuente: Semana Económica
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