Las inmobiliarias han comenzado a combinar en su portafolio la oferta de coworking con la de oficinas convencionales. La creciente preferencia de los clientes por espacios y tarifas flexibles les está llevando a diversificar, poco a poco, su oferta. “Ahora el coworking siempre es una variable a analizar para las empresas que quieren mudarse. Antes no pasaba”, explica Diego Briceño, gerente de Transacciones y Proyectos de Cushman & Wakefield.

Los promotores están adaptando los espacios existentes a la demanda del coworking para complementar su portafolio con proyectos destinados a ese fin. Urbanova, por ejemplo, acaba de abrir su primer espacio de coworking de 4.000 m2 en San Isidro. "[El objetivo] es complementar nuestra propuesta de oficinas tradicionales con una propuesta de espacios flexibles para que [los clientes] puedan tener lo mejor de ambos mundos", explica José Carlos Leigh, su director de negocio. La firma evalúa ampliar esta alternativa flexible a San Borja en 2025.

Otras empresas del sector evalúan tomar el mismo camino. "Se preguntan si vale la pena hacer coworking o darle la oportunidad a un coworking de entrar en tu edificio. Quienes están empezando, o quieren empezar, lo están viendo como un valor añadido”, explica Daniel López, analista de mercado de Binswanger.

Por otro lado, las inmobiliarias que ya ofrecían al mercado espacios flexibles han decidido ampliar su oferta en los próximos meses. Por ejemplo, IWC, la empresa que gestiona las marcas Regus y Spaces, enumera tres nuevos lanzamientos en Surquillo, San Isidro y Santiago de Surco. "Los abrimos porque tenemos demanda del sector", explica Martín Silva, CEO Sudamérica de IWC.

Los nuevos desarrollos de coworking también apuntan a optimizar el metraje disponible mediante la combinación de espacios colaborativos y privados. “Hoy [los clientes] buscan limitar costos y no optan por 60 m2 u 80 m2, sino por menos de 50 m2. Esto hace necesario evaluar subdivisiones de espacios”, señala Luis Sánchez, gerente de investigación y consultoría de JLL.

En los próximos meses, la evolución de la demanda y la acogida de nuevas propuestas de espacios flexibles en la ciudad serán determinantes para que más actores del sector amplíen su portafolio a través del coworking, como anticipa Briceño.

Fuente: Semana Económica

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