Algunos sectores ya empezaron a reactivarse en el marco de la nueva normalidad que nos llevará a vivir por un buen tiempo con el COVID-19 y en algunos días la cuarentena llegaría a su fin. En ese retorno a las labores unos deberán volver a las oficinas y otras empresas optarán por mantener el teletrabajo. En el primer caso la palabra seguridad es básica.
Y es que muchas interrogantes se generan en estos momentos como ¿qué tranquilidad y garantía ofrecen las empresas a sus colaboradores para evitar contagios?, ¿el espacio de trabajo puede minimizar el riesgo de los asintomáticos?, ¿qué seguridad proporcionan las empresas mediante las oficinas al capital humano?
En este nuevo contexto la consultora Binswanger ha preparado la “Healthy Office” (oficina saludable). Giancarlo Malatesta, director de Binswanger, señala que este nuevo concepto de oficinas busca adaptar y prevenir situaciones similares a la actual y minimizar los riesgos de volver al trabajo. Su creación fue fruto del trabajo de un equipo de arquitectos e ingenieros de Binswanger asesorados por biólogos y doctores.
“Una Healthy Office es la aplicación de nuestro concepto Healthy Spaces hacia la oficina corporativa, que desarrolla soluciones en cinco pilares principales: limpieza, aire, materiales, sanitización y contacto, en los que hemos investigado a profundidad para plantear soluciones y alternativas que al ejecutarse hagan del lugar de trabajo un espacio más seguro, sano y con la mínima posibilidad de convertirse en un foco de contagio”, comentó Giancarlo Malatesta.
Proceso y ejecución
¿Cómo se trabaja? Roberto Quezada, jefe de Marketing del área de Gerencia de Proyectos, refiere que realizan un estudio a medida de cada empresa y necesidades. “No ofrecemos enlatados. Incluso, nuestro concepto Healthy Spaces puede aplicarse a otros espacios de trabajo más allá de las oficinas, como iremos presentando en las siguientes semanas”, adelantó.
La healthy office trae una propuesta que va desde aires acondicionados que incorporan luz ultravioleta alcanzando una protección similar a la de los quirófanos, hasta materiales como contrazócalos sanitarios, pintura antibacterial y superficies de fácil limpieza. También se incluye la ergonomía del mobiliario o la iluminación correcta.
Otro detalle dice Giancarlo Malatesta es la aplicación de la tecnología touchless, que tiene mucho cuidado en evitar el contacto de los usuarios con puertas y superficies. Es así que en el diseño de las oficinas se han tomado en cuenta todas las consideraciones para evitar riesgos de contagios, incluyendo un espacio para esclusas de sanitización y control de temperatura al ingreso, las mismas que tienen una contraparte para exteriores.
“Los niveles altos de stress disminuyen las defensas y facilitan las enfermedades y contagios. Sabemos que ahora más que nunca es una prioridad para empleadores y colaboradores evitar estos riesgos y hacer de las oficinas ambientes seguros y propicios para la productividad”, indicaron.
En un contexto donde la economía está en recesión ¿es caro que una empresa implemente este sistema? Malatesta señala que todas las empresas pueden invertir en una Healthy Office de acuerdo a sus recursos. “Nosotros planteamos soluciones en diversos ámbitos, pero algunas oficinas pueden querer empezar por algunas de las soluciones y dejar otras para más adelante”, sostiene.
Y ya hay empresas que han puesto manos a la obra en estos proyectos. “Estamos muy entusiasmados con la respuesta de varios clientes nuestros, a quienes hicimos una presentación previa al lanzamiento”, refirió.
En el caso del coworking, Malatesta sostuvo que por la alta rotación de personas que tienen, estos deberían ser los primeros espacios en considerar implementar estas soluciones de cara a ofrecer a sus usuarios mayor seguridad al terminar la cuarentena.
Fuente: Diario Gestión
Fecha original de publicación: 25/06/2020